Informe De Resultados Luchas Biológicas Crisopas 2.010
 
LUCHA BIOLÓGICA CONTRA ÁFIDOS EN ORNAMENTALES DE JARDÍN.

Resultados de 2010.

D. Manuel Ruiz Torres pertenece al  Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Jaén Departamento de Fitopatología de Jaén (Junta de Andalucía)

INTRODUCCIÓN Y METODOLOGÍA

En el año 2009, la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Jaén y el Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Jaén, iniciaron un ensayo de lucha biológica en zonas ajardinadas de dicha ciudad. En concreto, el experimento consistió en la liberación de crisopas (Chrysoperla carnea; Chrysopidae, Neuroptera) para el control del pulgón del rosal (Macrosiphum rosae, Aphidae, Homoptera) en rosales de la fase II del Parque del Bulevar.

La reproducción de crisopas ha sido llevada a cabo por la empresa Nutesca, de Baeza (Jaén), según un procedimiento nuevo, puesto a punto por el Prof. Ramón González Ruiz, de la Universidad de Jaén, que también intervino en dicha experiencia.

El resultado fue exitoso, y motivó a las entidades participantes a hacer un nuevo ensayo en 2010.

La experiencia de 2010 se ha llevado a cabo en dos especies de jardín diferentes, naranjos y rosales. Los naranjos seleccionados han sido diez de los ubicados en la Cuesta de la Alcantarilla (Fotografía 1), sobre el acerado, y otros diez en la plaza del Cerro de San Cristóbal (Fotografía 1), igualmente sobre acerado. En conjunto han sido arbolillos de buen desarrollo y aspecto sano, con un tamaño entre 2-3 metros de altura. La plaga para la que se han realizado sueltas de crisopa son dos especies de pulgón presentes, Aphis gossyipii, y Aphis spiraecola, (Fotografía 3) que suelen obligar a efectuar tratamientos químicos.

Los rosales han sido escogido de la segunda fase del parque del Bulevar (Fotografía 2), en concreto dos grupos de 20 rosales, ubicados en macizos separados. Eran plantas elevadas, de 1.7 m de altura aproximadamente. La plaga para la se ha realizado esta actuación han sido dos especies de pulgón, Macrosiphum rosae (Fotografía 3) y Acyrthosiphon (Metopolophium) dirhodum.

La forma de valorar la presencia del pulgón, fue inspeccionando diez brotes por planta, en el caso de los naranjos, y cinco brotes por planta en el caso de los rosales. En la inspección visual de cada brote marcado se anotaba la presencia de pulgones siguiendo la siguiente escala:

  • Grado 1:    0 pulgones.
  • Grado 2:    1-5 pulgones.
  • Grado 3:    5-50 pulgones.
  • Grado 4:    50-100 pulgones. 
  • Grado 5:    más de 100 pulgones. 
  • Grado 6:    brote totalmente infestado.

La inspección de las plantas se llevó a cabo cada semana por parte del técnico de la Unidad de Entomología del Laboratorio. La liberación de crisopas se realizó cuando la infestación llegó al grado 3 en una tercera parte de los brotes. En el caso de los naranjos, se escogieron cinco árboles de cada localización para hacer la liberación de las crisopas, y para los rosales, la suelta se llevó a cabo en los veinte rosales seleccionados de uno de los macizos. La suelta de crisopas consistía en la colocación de cajitas de cartón entre el follaje (Fotografía 4), conteniendo salvado de trigo con huevos de crisopa a punto de eclosionar. Cada cajita contenía entre 40-50 huevos.

El análisis estadístico ha sido mediante el análisis de la varianza, previa normalización de los datos mediante la transformación (X+1)1/2.


Naranjo.

En el caso de los naranjos, se hicieron tres sueltas los días 5/4/10 (una cajita por árbol), 21/4/10 (tres cajitas por árbol) y el 22/5/10 (tres cajitas por árbol) en tres árboles de la Cuesta de la Alcantarilla.
Los resultados se presentan en la figura 1.



Figura 1. Evolución de los grados de ataque del pulgón (según la escala detallada en el texto) en naranjo. Cada línea es un árbol; los verdes son los que fueron objeto de sueltas de crisopa.


Al comparar los niveles de ataque de los muestreos posteriores a cada liberación con los niveles de ataque previos a dicha suelta de crisopas, se comprueba que en el caso de la primera liberación (5/4/10) no hay ningún descenso significativo, sino todo lo contrario, seguramente porque la cantidad liberada (una cajita por árbol) no fue suficiente y porque hubo días de tiempo lluvioso que pudieron afectar a la eficacia.

En el caso de la segunda liberación, el 21/4/10, se encuentran descensos desde el siguiente muestreo, que llegan a ser estadísticamente significativos en tres de los cinco árboles, a las dos semanas, y en cuatro árboles a las tres semanas.
Por último, cuando se realiza la tercera suelta, en los árboles 5, 6 y 9 el 22/5/10, el descenso de los niveles de pulgón se constata a la siguiente semana.

El descenso de los niveles de ataque de pulgón en los árboles de la plaza del Cerro de San Cristobal ha sido más evidente, y con una liberación menos, debido posiblemente a que en la Cuesta de la Alcantarilla se hicieron las liberaciones de crisopa cuando algunos naranjos estaban un poco pasados del umbral de decisión previsto.

El empleo de la crisopa como método de control ha ahorrado uno o varios tratamientos con insecticidas químicos, que es lo habitual en estos naranjos todos los años. La ausencia de tratamientos químicos posiblemente haya favorecido la proliferación de numerosas especies depredadoras y parasitoides que han complementado la actuación de las crisopas. En concreto, un bracónido aphidiino, Lysiphlebus testaceipes, ha llegado a parasitar en algunos momentos, cerca de la totalidad de los pulgones.

También se han observado merodeando por los brotes, los coccinélidos Scymnus mediterraneus y Coccinella septempunctata; diferentes Hybotidae y Syrphidae (Diptera), Braconidae e Icneumonidae (Hymenoptera) y Salticidae (Aranea), todos depredadores de pulgones y otras especies.

Estas especies depredadoras se han visto controladas por Formicidae, y en concreto, Lysiphlebus testaceipes, por los hiperparásitos Pachyneuron aphidis y Asaphes vulgaris, por lo que los naranjos han sido pequeños ecosistemas en miniatura (se han encontrado otros insectos fitófagos, como Cicadellidae y Coccidae, y diferentes lepidópteros, así como nectarívoros como abejas y avispas), sin duda favorecidos por la ausencia de tratamientos insecticidas.


Rosal.

En los rosales, se liberaron crisopas los días 8/5/10 (dos cajitas por rosal) y el 31/5/10 (dos cajistas por rosal).

Los gráficos de la Figura 2 muestran la distribución relativa de los diferentes grados de ataque en ambas parcelas de rosales. Los resultados no son muy claros, no hay un efecto inmediato de la liberación de las crisopas, pese a lo que pudiera esperarse, dada la menor complejidad y tamaño de la parte vegetativa por donde merodear. La causa la achacamos a que no pudo afianzarse la población liberada, dado que justo el día anterior a la primera suelta, los jardineros cortaron los tallos donde estaban la mayoría de los pulgones, que hubiesen contribuido a asentar los individuos liberados.

Con todo, después de las dos liberaciones, la zona tratada ha acabado con un menor nivel de ataque con respecto a la parcela no tratada, con diferencias estadísticamente significativas.

Se han encontrado otros depredadores en la parcela no tratada, en concreto dos especies de coccinélidos y varias de arácnidos. Creemos que han podido reproducirse también las crisopas liberadas, porque se han visto puestas.


CONCLUSIONES.

Por la experiencia acumulada en estos dos años, parece que un criterio adecuado para realizar la liberación de las crisopas puede ser que al menos tres de cada diez brotes revisados tengan entre 5-50 pulgones. Si se espera más, puede no llegar a controlarse de manera eficaz, especialmente si la liberación es mediante el método de colgar cajitas con salvado de trigo y 30-50 huevos a punto de eclosionar.

Figura 2. Evolución de los grados de ataque del pulgón (según la escala detallada en el texto) en rosal.


Fotografía 1. Naranjos seleccionados en la Cuesta de Alcantarilla (izquierda) y plaza Cerro de San Cristóbal (derecha).


Fotografía 2. Macizo de rosales donde se hicieron las liberaciones de crisopas, en la segunda fase del Parque del Bulevar.

Fotografía 3. Aphis spiraecola (izquierda) y Macrosiphum rosae (derecha).


Fotografía 4. Cajita con salvado de trigo de trigo con huevos de crisopa (izquierda), que se cuelga en el interior del follaje (derecha).

Informe De Resultados De Lucha Biológica Crisopas 2.009
 
LUCHA BIOLÓGICA CONTRA ÁFIDOS EN ORNAMENTALES DE JARDÍN.

D. Manuel Ruiz Torres pertenece al  Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Jaén Departamento de Fitopatología de Jaén (Junta de Andalucía)

INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS:
Determinadas especies vegetales de parques y jardines adolecen todos los años de algunas plagas que ocasionan molestias a los vecinos y pueden poner en peligro la supervivencia de la planta, por lo que habitualmente se recurre a tratamientos fitosanitarios para su control. Sin embargo, este remedio no siempre es eficaz, dadas las características biológicas de algunas plagas. Además presenta riesgos de toxicidad que no son admisibles para la población en general, que disfruta de estos espacios públicos o trabaja en ellos.

Por lo tanto, se plantea la lucha biológica como una alternativa eficaz, respetuosa con el medio ambiente e inocua para la población. En este sentido, el Ayuntamiento de Jaén, a través de su Concejalía de Medio Ambiente, solicitó al Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Jaén el apoyo técnico para realizar una experiencia de lucha biológica, cuyos resultados se exponen a continuación.

La lucha biológica es una forma de control de plaga que consiste en propiciar el encuentro entre la plaga en cuestión y su depredador. Esto puede conseguirse con depredadores autóctonos (propios de la fauna de cada lugar) o alóctonos (importados). En el primer caso, la lucha biológica puede realizarse favoreciendo a las poblaciones nativas de estos depredadores, mediante actuaciones positivas sobre sus necesidades ambientales, o bien reforzando las poblaciones naturales con sueltas de ejemplares criados en condiciones artificiales. Este último procedimiento es el escogido para la actuación de lucha biológica en parques y jardines públicos de la ciudad de Jaén.

El objetivo de este trabajo es poner en marcha una experiencia piloto del empleo de esta herramienta de control en la ciudad de Jaén. Para ello se escoge una especie vegetal muy característica de parques y jardines, como es el rosal, y una plaga frecuente de ambos, que frena el crecimiento vegetativo, produce sustancias que molestan al peatón y por su ciclo biológico, necesita frecuentes tratamientos insecticidas. Se trata de los pulgones (Familia Aphidae; Homoptera).

El planteamiento de base es liberar ejemplares de un depredador natural, la crisopa (Chrysoperla carnea; Fam. Chrysopidae; Neuroptera), producidos con ejemplares de la fauna local. Dicha especie se encuentra de forma natural en nuestro entorno, por lo que lo que pretendemos hacer es reforzar las poblaciones para lograr mantener a las diferentes especies de pulgones, en unos niveles aceptables.
De manera concreta se pretende:

  • - Buscar el momento adecuado para hacer la suelta de crisopas.
  • - Hacer un seguimiento de eficacia.
  • - Con los resultados obtenidos, elaborar un protocolo de actuación general, para años sucesivos.

La reproducción de crisopas la está llevando a cabo la empresa Nutesca, de Baeza (Jaén), según un procedimiento nuevo, puesto a punto por el Prof. Ramón González Ruiz, de la Universidad de Jaén.


MÉTODO Y RESULTADOS.
En el Parque del Bulevar, 2a Fase, de Jaén, se han escogido dos macizos de rosales de arbolillo (Figura 1), separados entre sí por una distancia superior a 25 metros. Uno de los macizos se utilizó como testigo (bloque A), y en el otro se liberaron las larvas de crisopa (bloque B).

Los rosales habían sido objeto de un tratamiento insecticida contra el pulgón unas tres semanas antes del inicio de la experiencia.

La forma de valorar la presencia del pulgón, fue inspeccionando tres brotes por planta, en diez plantas marcadas en el macizo testigo y en veinte plantas marcadas del macizo objeto del tratamiento. En la inspección visual de cada brote marcado se anotaba la presencia de pulgones siguiendo la siguiente escala:

•    Grado 1: 0 pulgones

•    Grado 2: 1-5 pulgones

•    Grado 3: 5-50 pulgones

•    Grado 4: 50-100 pulgones

•    Grado 5: más de 100 pulgones

•    Grado 6: brote totalmente infestado


La liberación de crisopas se realizó cuando la infestación llegó al grado 3 en una tercera parte de los brotes de los rosales marcados del macizo correspondiente, estando el resto de brotes en un grado inferior.

El análisis estadístico ha sido mediante el análisis de la varianza, previa normalización de los datos mediante la transformación (X+1)1/2.

Figura 1. Zona de estudio. Parque del Bulevar, 2a fase.

 

El inicio de la valoración de la población de pulgón se inició el 7-5-09, y posteriormente el 12-5-09, el 15-5-09, el 20-5-09, el 25-5-09, el 27-5-09, el 1-6-09, el 8-6-09 y el 16-6- 09. El áfido encontrado fue Macrosiphum rosae (Figura 2).

Se hizo una liberación de 300 larvas de 2a edad de Chrysoperla carnea el 20-5-9, después de la inspección de brotes. En ningún momento se observó la presencia de hormigas, que habrían protegido a los pulgones frente a las crisopas. La liberación de crisopas se llevó a cabo por Antonio Estévez (técnico de la empresa Nutesca) y Ramón González (Departamento de Biología Animal, Vegetal y Ecología de la Universidad de Jaén).

En las prospecciones posteriores a la suelta de crisopas se constató un descenso inmediato del grado de ataque (Figura 3). Esta disminución con respecto al nivel previo a la liberación, llegó a ser estadísticamente significativa a los diez días.

 

Figura 2. Brote de rosal con ataque de pulgón (Macrosiphum rosae).


En el momento en el que se soltaron las crisopas en el bloque B, el bloque A tenía un nivel de ataque muy inferior (con diferencias estadísticamente significativas). Sin embargo, a los diez días de la liberación, el grado de presencia del pulgón llega a ser similar en ambos bloques (Figura 4).

En las dos últimas inspecciones llegaron a observarse huevos y adultos de crisopas en ambos bloques, circunstancia que no se apreció en todas las visitas anteriores, por lo que no es descabellado suponer que todas o parte de las larvas soltadas, se han asentado en la zona.

A lo largo de todo el período de observaciones, también se han encontrado entre los brotes de los rosales otras especies depredadoras o parásitas, como Coccinelidae (Coleoptera), Sirphidae (Diptera), Braconidae (Hymenoptera) y Salticidae (Aranea), consecuencia positiva de la no utilización de insecticidas, que refuerzan la actuación de las crisopas sobre los pulgones.

En definitiva, la liberación de crisopas en un momento en el que se ha incrementado el grado de ataque de pulgones en rosales, ha impedido que este se haya intensificado y generalizado, en el macizo de plantas estudiado, dando lugar a los síntomas característicos de abundante melaza pringosa y limitación del crecimiento.

Por lo tanto, la liberación de crisopas (Chrysoperla carnea) es un método de lucha contra el pulgón del rosal (Macrosiphum rosae) que puede ser una alternativa razonable a los tratamientos insecticidas químicos en los espacios públicos, y que en un futuro debería ampliarse el uso y manejo, para constatar su alcance.


AGRADECIMIENTOS.
De manera desinteresada, Antonio Estévez Alcalde, al frente de la empresa baezana Nutesca, puso a disposición de esta experiencia, las crisopas necesarias, que están criando con fines fitosanitarios, mediante un método y tecnología, totalmente nuevos.
Ramón González Ruiz, profesor de la Universidad de Jaén, ha desarrollado el nuevo método de cría de la crisopa, y supervisó el protocolo de la experiencia, y liberación de las crisopas.

Figura 3. Número de brotes con cada nivel de ataque de Macrosiphum rosae en el Bloque B. Grado 1: 0 pulgones; Grado 2: de 1-5 pulgones; Grado 3: de 6-50 pulgones; Grado 4: de 51 a 100 pulgones; Grado 5: más de 100 pulgones. La liberación de Chrysoperla carnea es el 20/5/09.

 

Figura 4. Porcentaje de brotes en cada nivel de ataque, en los rosales testigo (bloque A) y los que tuvieron la liberación de crisopas (bloque B). Grado 1: 0 pulgones; Grado 2: de 1-5 pulgones; Grado 3: de 6-50 pulgones; Grado 4: de 51 a 100 pulgones; Grado 5: más de 100 pulgones. La liberación de Chrysoperla carnea es el 20/5/09.